lunes, 18 de agosto de 2008

¿De qué vas?

¿De qué vas? ¿Cómo tienes tanta cara? Vamos, ¡tienes una cara que te pisas hasta la nuca!
¿En qué momento se te ocurrió que podías tratarme como un objeto? Sabes, tengo sentimientos, aunque tú no sepas qué coño es eso.

Claro, lo olvidaba, para tí sólo existes tú, porque claro, tú eres el mejor, lo olvidaba. ¿Sabes cómo se llama eso, cariño mío? Egocentrismo. Si vas al diccionario y lo buscas probablemente salga tu foto.

Aunque tal vez yo también sea algo egocentrista, pero ¿sabes qué? Tú me has hecho así. ¿No te paraste ni siquiera un segundo a pensar en cómo me sentía? ¿No pudiste preguntar por qué me comportaba de esa forma contigo? Pues mira, ya te lo digo yo: me sentía sola. Pero claro, tu ego no te deja verlo, ya que si alguien está en tu compañía tiene que sentirse feliz y querida, y no todo lo contrario, que es como yo me sentía.

¿En qué momento cambiaste? ¿Dónde está esa persona cariñosa, protectora y generosa? Han pasado años luz desde eso, yo ya ni te reconozco. Antes lo dabas todo por mí, me cuidabas, me protegías y me querías. Luego parece ser que te aburriste de mí y cambiaste papeles, porque acabé siendo yo la que cuidara de tí. Vamos, más que tu novia parecía tu madre.

Y ayer tuviste la cara de terminar con todo de forma patética. Pero mira, mejor que seamos amigos, ¿sabes? No te guardo rencor pero sabes que gran parte de la culpa es tuya. Mejor así, pero por favor, no vuelvas a engañarme, no vuelvas a mirarme a los ojos y decirme que me quieres porque no es verdad, no te atrevas a besarme porque caeré otra vez, caeré mil veces más si lo haces aún sabiendo que no has cambiado y que tarde o temprano volverás a ser egoísta e insensible, y volveré a sentirme como una mierda, sola y poco querida.

Pero bueno...así es la vida. Ahora sí, ahora sí que me he propuesto olvidarme de tí, ya no quiero quererte, me hace daño y ya estoy cansada de sufrir. No sé cómo hacerlo, pero tengo que aprender a estar sin tí. Tal vez sea que me acostumbré a estar contigo.

De todas formas...gracias por convertirme en una amargada, era lo que me faltaba para convertirme en una persona insegura, inestable y depresiva. Aunque tal vez ya fuera así antes, pero encontraré alguien mejor y que sepa entenderme, ya que tú te empeñaste en que esto no llevara a ninguna parte. Pero mira...así puedo empezar una nueva etapa, viva como viva la vida.

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